Adicción.

Adicción, la adicción es- en todo caso- la afición descontrolada hacia algo. 
Muchos dicen que las redes sociales son adictivas, ¿Ha de ser verdad? 
Dicen que los adolescentes estamos obsesionados con lo que presentan, con lo que ofrecen. Supongo que sí, es verdad.

Analicemos:
Ahora el mundo está conectado, por ej: lo que le pasa a un niño alemán en un parque un martes a la tarde, puede ser sabido por una joven paraguaya a la noche del mismo día. ¿Cómo es eso posible? Fácil, por el internet. 
Imaginemos la situación: la madre del nene graba la caída del pequeño desde el árbol, sube el vídeo a Instagram y tiene compartidos, tantos que se vuelve viral. En uno de esos compartidos le llega el vídeo a la chica paraguaya, que tiene Instagram  y ve el vídeo en una página de la plataforma. Todo esto pasa en horas. En simple horas la cadena de información se conecta como dominós cayéndose en una fila de forma consecutiva. 
Otro ejemplo: un chico de Estados Unicos está triste así que va a Tumblr, su plataforma virtual favorita para expresar sus emociones y sentirse identificado. Entonces le habla a un usuario que comparte post de auto-ayuda, se comunican, intercambian palabras a miles de kilómetros de distancia. Todo eso en minutos. 


Entonces, ¿Somos adictos a las redes sociales o al caudal de información y servicios que estas ofrecen? 
Constantemente estamos conectados, intercambiando y moldeando información de lugares ajenos a los nuestros, fascinados con lo que hacen las personas, con lo que nos transmiten. 
Sentimos más a través de pantallas que a través de tacto. 



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